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febrero 10, 2023 4 lectura mínima
A nivel mundial, el cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres más frecuentes que afectan a las mujeres, siendo el cuarto más frecuente después de mama, colorrectal y pulmón (1). En 2020, se diagnosticaron alrededor de 600 000 casos nuevos y se notificaron cerca de 340 000 muertes, de las cuales el 90 % ocurrieron en países de ingresos bajos y medios (2).
Casi todos los casos de cáncer de cuello uterino son causados por infecciones del virus del papiloma humano (VPH). Existen genotipos de VPH de bajo riesgo, que provocan verrugas genitales, y de alto riesgo, que provocan lesiones preinvasivas que pueden convertirse en cáncer. Aunque la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas y la mayoría de las lesiones precancerosas se resuelven espontáneamente, existe el riesgo de que la infección por VPH se convierta en lesiones crónicas y precancerosas, que eventualmente progresen a cáncer de cuello uterino invasivo en 15 a 20 años.
Las vacunas profilácticas contra el VPH están disponibles para niñas de 11 a 26 años. Protegen contra los genotipos de VPH de bajo y alto riesgo; algunos protegen contra más serotipos que otros. Por ejemplo, la vacuna 9-valente protege contra 9 genotipos que causan hasta el 90% de los casos de cáncer de cuello uterino (1).
La prueba de detección, conocida como prueba de Papanicolaou, es un método en el que las células del cuello uterino se recolectan con un cepillo pequeño y se examinan bajo un microscopio. La evaluación periódica es esencial porque permite identificar las lesiones precancerosas en etapas en las que pueden tratarse fácilmente. Se recomienda hacerlo a partir de los 25 años cada 3-5 años (3).
Junto con la prueba de Papanicolaou, se puede obtener una prueba de VPH en la práctica del médico. Recientemente, la autoevaluación del VPH se ha vuelto cada vez más exitosa. La Organización Mundial de la Salud recomienda su mayor uso para mujeres entre 30-60 años (4).
En los países de ingresos altos, los programas existentes permiten que las niñas se vacunen contra el VPH y que las mujeres se hagan pruebas de detección del VPH y de células precancerosas con regularidad. Como resultado, las niñas y las mujeres de los países de mayores ingresos reciben un tratamiento adecuado para el cáncer de cuello uterino. Por el contrario, los países de ingresos bajos y medios presentan un acceso limitado a las medidas preventivas del cáncer de cuello uterino. A menudo, el cáncer no se identifica hasta que ha avanzado más y se han desarrollado los síntomas. Además, las opciones de tratamiento integral a menudo son limitadas. Como resultado, los casos y las muertes por cáncer de cuello uterino son mucho más frecuentes en los países de ingresos bajos y medianos en comparación con aquellos que cuentan con programas sólidos de prevención del cáncer de cuello uterino.
La mayoría de las personas sexualmente activas contraen el VPH en algún momento de su vida, aunque la mayoría nunca lo sabe. La falta de conciencia, unida al hecho de que las lesiones preinvasivas no presentan síntomas, puede llevar a pensar que todo está bien. Por lo tanto, es imprescindible acudir a una revisión ginecológica para el cribado del cáncer de cuello uterino, o realizar un autocontrol del VPH según el esquema del país en el que te encuentres (si aplica).
Enero es el mes de concientización sobre el cáncer de cuello uterino. Vacúnate, acude al ginecólogo, ¡cuida tu salud! Prevenirlo antes de que sea demasiado tarde. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, se diagnosticarán alrededor de 13 960 nuevos casos de cáncer de cuello uterino invasivo y 4310 mujeres morirán de cáncer de cuello uterino (5). ¡No seas parte de las estadísticas!
Nota: Las recomendaciones de vacunación y detección descritas se basan en las pautas de EE. UU. Consulte las pautas nacionales para el programa de prevención del cáncer de cuello uterino y asegúrese de recordar que las recomendaciones relacionadas con la edad varían.
Citas:
(1) Bhatla N, Aoki D, Sharma DN, Sankaranarayanan R. Cáncer del cuello uterino. Int J Gynaecol Obstet. 2018;143 Suplemento 2:22-36.doi:10.1002/ijgo.12611
(2) Sung H, Ferlay J, Siegel RL, Laversanne M, Soerjomataram I, Jemal A, et al. Estadísticas mundiales de cáncer 2020: estimaciones de GLOBOCAN de incidencia y mortalidad en todo el mundo para 36 cánceres en 185 países. CA Cáncer J Clin. 2021:71:209–49. doi:10.3322/caac.21660.
(3) Fontham ETH, Wolf AMD, Church TR, et al. Detección de cáncer de cuello uterino para personas con riesgo promedio: actualización de la guía 2020 de la Sociedad Estadounidense del Cáncer. CA Cancer J Clin. 2020;70(5):321-346.doi:10.3322/caac.21628
(4) “Automuestreo del virus del papiloma humano (VPH) como parte de la detección del cáncer de cuello uterino”. Organización Mundial de la Salud, Organización Mundial de la Salud, https://www.who.int/publications/i/item/WHO-SRH-2012.
(5) Sociedad Americana del Cáncer. Estadísticas clave para el cáncer de cuello uterino.
https://www.cancer.org/cancer/cervical-cancer/about/key-statistics.html
Escrito por el Dr. Nestor Ferrer, Ob/Gyn; Editado por la Dra. Luna Mehrain, MD, MSc y Kaitlyn Gosakti
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