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agosto 18, 2021 3 lectura mínima
CLÍNICA VERDE (NICARAGUA)
Liseth González y su esposo llevaban seis años intentando tener un bebé, camino que ha sido duro para la joven pareja, que tuvo que afrontar un embarazo fallido hace tres años.
“Eso fue como un cuchillo en mi pecho, cuando entendí que ese no sería el momento en que tuviéramos un bebé. Incluso dudaba que si el embarazo hubiera sido solo producto de mi imaginación”, dijo González. “Entonces, pasaron dos años más y la necesidad (de un bebé) seguía ahí”, agregó.
En diciembre de 2019, González recibió un nuevo anuncio de embarazo. “Éramos felices, teníamos miedo y dejamos pasar unas semanas para no sufrir otra decepción. Me cuidé de ay uno, y mis temores desaparecieron cuando escuché por primera vez los latidos del corazón del bebé. Era como una prueba palpable de mi embarazo y nadie más podía hacerme preguntar si había estado embarazada o no”, comentó la joven madre.
Desde que sintió ese primer movimiento en su vientre, González habló con su hija, instándola a ser fuerte y valiente, contándole todo el amor que le tienen sus padres y las ganas que tienen de verla por primera vez.
Su embarazo transcurrió sin complicaciones, con todos sus controles realizados en la Clínica Verde, e incluso se integró al Grupo de Bienestar Materno Infantil.
“Me he sentido apoyada y parte de una familia por la atención humana y el cuidado que recibo de todos, en especial del médico (ginecólogo) Lester Baca (…) También ha sido una hermosa experiencia pertenecer al grupo de Materno y Bienestar Infantil en Clínica Verde, donde pude compartir un espacio con mujeres que, como yo, esperaban la llegada de sus bebés. En el grupo también nos enseñaron a cuidarnos y nutrirnos correctamente a nosotros mismos y al nuevo ser que crece dentro de nosotros”, describió.
También instó a las madres a no rendirse, que todo tiene su tiempo y “que todo lo que se desea con fe y paciencia se premia”, concluyó.
Aquí está el blog en español:
Liseth González y su esposo llevaban seis años intentando tener un bebé; camino que se ha sido duro y lleno de angustias para la joven pareja, quienes debieron afrontar un embarazo fallido hace tres años.
“Eso fue como un cuchillo en mi pecho, ahí entendí que esta vez no sería, hasta dude que si el embarazo solo había estado en mi mente”, relató González. “Luego pasó dos años más y la necesidad (de un bebé) quedó ahí”, agregó.
En diciembre de 2019, González recibió una nueva noticia de embarazo. “sentimos felicidad, sentimos miedo y dejamos pasar algunas semanas para no sufrir otra desilusión, claro, me cuidé desde el primer día y en el fondo muy feliz, pero mis miedos se fueron cuando escuche por primera vez el corazón de mi niña, era la prueba palpable y que nadie más me podría decir que si estaba segura de estar embarazada, desde entonces vivo mi maternidad con mayor felicidad”, comentó alegremente la joven madre.
Desde el primer movimiento en su vientre, González habló con su hija, instándola a ser fuerte y valiente, contándole todo el amor que le tienen sus padres y las ganas que tienen de verla por primera vez.
Su embarazo transcurrió sin complicaciones, con todos sus controles realizados en la Clínica Verde, e incluso se unió al Grupo de Bienestar Materno Infantil.
“Me he sentido apoyada y en familia por el tipo de atención tan humanista que recibo de todos, especialmente del doctor (ginecólogo) Lester Baca (…) También ha sido una bonita experiencia pertenecer al grupo de embarazadas de la clínica verde, donde él logró compartir con mujeres que al igual que yo viven su dulce espera, también porque nos enseñan la manera correcta de nutrirnos y como semana a semana va creciendo ese nuevo ser dentro de nosotras”, describió.
Asimismo, instó a las madres a no darse cuenta por vencidas, que todo tiene su tiempo y “que todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”, concluyó.
Historia desarrollada por Inês Santos (ella/ella)
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